PLAN B
Como la mayoria de los vecinos sabran la clásica avenida Regimiento de Patricios, que separa La Boca de Barracas y que une la desembocadura del Riachuelo con el Parque Lezama, dejará de tener los característicos desniveles entre la puerta de casa y la calle que la hicieron única, pero también muy incómoda para sus vecinos.

El gobierno porteño continua la segunda etapa para transformar su fisonomía y elevar su calzada en 60 centímetros entre las calles Olavarría y Martín García, un tramo que tendrá veredas continuas y aceras sin desniveles. Según anticipó la empresa porteña Autopistas Urbanas S. A., “se elevará el pavimento más de medio metro para alcanzar la cota promedio de umbrales elevados”. También se dividirán las veredas en cuatro franjas. “La primera, lindante con el cordón de la calle, servirá para el emplazamiento del mobiliario urbano, el alumbrado público y la forestación; la segunda estará libre de obstáculos para permitir la circulación peatonal; la tercera contendrá los accesos a los niveles superiores o inferiores mediante rampas y escaleras; mientras que la cuarta y última franja será para el acceso a las viviendas y comercios”.

Las obras, que cambiarán toda la estructura de la calle, prevén una calzada de hormigón de 14 metros que incluye un cordón vibrador central, cambio total de las veredas y “una adecuación hidráulica para mejorar el escurrimiento de las aguas de lluvia” que hasta ahora recorren Patricios por encima de su superficie.

La primera etapa de los trabajos arrancaron en abril desde Pedro de Mendoza hasta Olavarría. Su objetivo fue adaptar los desagües de la zona más cercana al río para evitar anegamientos. La segunda etapa concretará la elevación de la acera y “su pavimento avanzará unos 25 metros sobre las calles transversales y adecuará en forma geométrica todas sus intersecciones”. Las propiedades que queden en altura se comunicarán con rampas que conformarán pequeños patios ingleses. Dentro de once meses será un corredor turístico entre la plaza Dorrego, en San Telmo, y Caminito, en La Boca.

Durante la primera mitad del siglo XX, Patricios fue la segunda avenida comercial en importancia de Barracas, luego de Montes de Oca. Según el historiador Horacio Puccia, a pocos metros de su trazado nació el nombre del barrio. En el siglo XVIII, los viejos mapas porteños revelaron que “una lonja de terreno ubicada entre el Parque Lezama y la parte del Riachuelo, correspondiente a la Vuelta de Rocha, figuraba con la inscripción ‘Las barracas y tierras de doña María Burzaco’, la zona donde se acopiaban cueros y otras mercaderías para ser exportadas en embarcaciones que zarpaban desde el Riachuelo.

Fuente: CRITICA
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