PLAN B
Inseguridad en el Barrio.

Dos jóvenes se les cruzaron cuando bajaron la velocidad en una vía. Les abrieron las puertas y a ella le arrebataron la cartera. El esposo aceleró y los ladrones tiraron a matar. En el coche iban dos nenes.

Iba con su esposa y sus dos hijos cuando aminoró la marcha del auto porque la calle estaba muy rota y tenía que cruzar unas vías. En ese instante aparecieron dos ladrones armados y, uno de cada lado del coche, abrieron las puertas para robarlos. Por miedo o para intentar escapar, el conductor aceleró. Fue en ese instante que se escuchó un tiro. La bala le pegó en el pecho a su mujer. Desesperado, el hombre recorrió 900 metros a toda velocidad y tocando bocina. Hasta que frenó en una garita policial para pedir ayuda. Ya era tarde: su mujer estaba muerta. El episodio ocurrió ayer, minutos después de las 13, en Barracas. La familia fue atacada mientras cruzaba la villa Zavaleta, la más habitada de la Capital Federal y una de la más peligrosas. Hasta anoche no había detenidos por este crimen. Según contaron fuentes policiales, la víctima fue identificada como Nelly Zanoff, de 43 años, quien viajaba junto a Sergio, su marido, y sus nenes (un varón de 4 y una nena de 10). Vivían en Sarandí, partido de Avellaneda.

La familia iba en un Peugeot 207 nuevo. "Enfilaron por la avenida Iriarte que cruza la villa. En el sector donde están las vías que dividen la 21 y la Zavaleta, los atacaron. Allí, por lo general, los ladrones rompen el asfalto para que cuando pasan los camiones cargados tengan que aminorar la marcha. De esa manera, aprovechan y les roban la carga. Hace más de 10 años que en ese lugar pasa lo mismo. Esta mujer no fue la primera víctima y desgraciadamente tampoco creo que sea la última", contó una fuente del caso.Los asaltantes, que eran dos jóvenes de entre 16 y 18 años, llegaron a arrancarle a la mujer la cartera que llevaba en su falda. Según los testigos, luego del ataque, el Peugeot siguió a toda velocidad. "Llamaba la atención porque el hombre venía tocando bocina y cruzó la avenida Vélez Sársfield, que es muy transitada, casi sin mirar y con el semáforo en rojo. Al ver que en el Parque Pereyra había una garita policial, el conductor frenó y bajó corriendo a los gritos pidiendole ayuda al policía", dijo un vecino.

"Cuando el auto frenó (en Iriarte y Luzuriaga), crucé la avenida para ayudar. Al acercarme, vi que a la mujer le salía sangre de la nariz y de la boca. Su hija gritaba 'mataron a mamá' y se tiraba encima del cuerpo. El nene lloraba y no entendía qué pasaba. El marido estaba desesperado y se pegaba la cabeza contra el techo del coche", contó a Clarín el dueño de la calesita que está frente a la garita.Según los médicos, la mujer murió minutos después del ataque. "La hija estaba en estado de shock, tenía las manos bañadas en sangre de tanto acariciar a su mamá. Mientras el policía pedía ayuda, yo agarré a los dos chicos y los senté en el cordón. Después, como estaban muy mal y no dejaban de gritar, los metimos en la garita", explicó el calesitero, todavía muy angustiado. El director del SAME, Alberto Crescenti, informó que cuando los médicos llegaron al lugar la mujer estaba muerta. Tuvieron que atender a los chicos porque estaban muy afectados. Luego fueron llevados al hospital Penna.

Círculo vicioso: Horacio Convertini

Siete de cada diez asesinatos que investiga la Fiscalía de Pompeya se producen en la villa Zavaleta y en los asentamientos aledaños. Es una zona caliente como foco del delito, pero también como foco de exclusión. Allí viven 40 mil personas, la mayoría sin los servicios básicos. Algunas casillas hacen equilibrio a la vera del Riachuelo. El paco circula como agua y mata como el veneno más efectivo. Un círculo vicioso que fogonea tragedias: los "paqueros" roban para comprar más dosis y a veces asesinan porque están "puestos". Estamos hablando de inseguridad y deuda social. Un drama que requiere algo más que patrulleros nuevos.

Antecedentes
El sábado 21 de marzo pasado, Angel Giacardi estaba haciendo el reparto de garrafas de gas en la Villa 21-24 cuando un grupo de ladrones le hizo detener su camioneta. Giacardi iba con dos empleados más. Los ladrones los hicieron bajar a todos, los pusieron cuerpo a tierra y les sacaron todo lo que tenían de valor. Fue sobre la calle Osvaldo Cruz, entre 24 y 26, dentro de la villa de Barracas. Al parecer, Giacardi hizo un movimiento brusco y uno de los ladrones le pegó un tiro en la cabeza.

El 6 de marzo de 2006, Ezequiel Milito (29) regresaba en su auto a su casa (California al 2800, Barracas, a la vuelta de la Villa 21) cuando lo sorprendieron ladrones. El joven se resistió y lo mataron. En abril de 2008 la Justicia condenó por el crimen a un adolescente de 19 años a una pena de 17 años de prisión.

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