El chiquito estaba en su casa, cuando una bala lo hirió en la cabeza y lo mató. Al parecer, el nene fue baleado por un vecino que limpiaba un arma en una vivienda lindera.

Kevin tenía 4 años. El chiquito estaba anoche en su casa de la villa 21 de Barracas -muy cerca de donde el domingo fue asesinado un hincha de Huracán- cuando una bala perdida le dio en la cabeza y lo mató. Por el caso la Policía busca a un vecino, sospechado de ser el autor del disparo. Todo pasó ayer, cuando Kevin Ramos estaba con su familia en su casa de la manzana 32 del sector de la villa 21 que se conoce como Loma Alegre. Cerca de las 20, se oyó un disparo: una bala perdida se coló en la vivienda y le dio en la cabeza al chiquito.

Desesperados, sus padres llevaron al nene al Hospital Penna. Los médicos hicieron todo lo posible por salvarlo, pero su estado era crítico y no lo consiguieron. "Ayer a las 20 horas entra (al hospital) un chiquito con una herida de bala en el cráneo.

Ingresó en estado gravísimo y se le hicieron todas las maniobras de resucitación, pero alrededor de las 20.30 falleció", relató el jefe de Emergencias de ese centro de salud, Guillermo Bloj, quien si bien dijo que en el hospital atienden heridos de bala todo el tiempo, remarcó que "no es común que sean niños de 4 años".

Los investigadores creen que Kevin fue víctima de un disparo accidental. "Había un señor en una casa lindera limpiando un arma y se disparó", explicó el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, quien agregó que ahora este hombre –de nacionalidad paraguaya- está siendo buscado por la Policía. "Tendrá que dar las explicaciones que correspondan cuando se lo ubique", aseguró el ministro en declaraciones a un canal de noticias.

No es la primera vez que una bala perdida provoca una tragedia. El sábado 13, un nene de dos años resultó herido en la cabeza cuando una bala atravesó la pared de madera de su casa, en el barrio Santa María de González Catán. El nene está internado desde entonces en el Hospital Garrahan.

FUENTE CLARIN